Viento al anochezer
El cielo se arropa de pronto
y entre los rotos de su manta
la luna juega al escondite,
pero el lucero no la alcanza.
El viento llega sofocado
-lo anuncian las banderas blancas-
y la ciudad acoge de ventanas.
Las calles se quedan dormidas
cuando se despiertan las casas...
Y la luz arroja a la calle
la camisa de las ventanas.
El cielo se arropa de pronto
y entre los rotos de su manta
la luna juega al escondite,
pero el lucero no la alcanza.
El viento llega sofocado
-lo anuncian las banderas blancas-
y la ciudad acoge de ventanas.
Las calles se quedan dormidas
cuando se despiertan las casas...
Y la luz arroja a la calle
la camisa de las ventanas.
Guillermo y Francisco Rello
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